lunes, 1 de diciembre de 2008

Estás frente a la clase

"Tal vez éste no sea tu mejor día; hay alguien enfermo en tu familia y has descansado poco. Te amenaza un pequeño dolor de cabeza. Te frotas los ojos y empiezas a hablar. El tema de hoy es interesante y lo conoces bien: pasaste varias horas preparándolo…

Despacio, te paseas entre tus alumnos. A medida que vas desarrollando las ideas, el entusiasmo se acentúa en tu voz y en los gestos de tus manos. Varios de tus alumnos han comenzado a tomar nota de tus palabras; ves que uno se inclina para escucharte mejor; la mirada alerta de otros te habla de su interés. El más inquisitivo te hace una pregunta y le contestas profundizando aún más en los conceptos.

El tiempo parece volar y tu dolor de cabeza ha desaparecido. A causa de tus propuestas se inicia un debate; intervienes aclarando, moderando, dirigiendo sus inquietudes. De pronto, suena el timbre. Ninguno de tus alumnos se mueve; uno de ellos, casi en puntas de pie, va hacia la puerta y la cierra. Tus palabras apasionadas los han fascinado. Quieren saber más.

No, esto no ocurre todos los días. Pero, basta que suceda una sola vez para que compruebes que sigue en ti, intacta, fuerte, invalorable.Tu profunda vocación de enseñar."

Lidia María Riba. Vocación de enseñar. Homenaje a los maestros
V & R Editores. Buenos Aires, 2001

Foto: http://www.flickr.com/photos/28390932@N07/2650675565/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando realmente es tu vocacion da igual como estes y como te encuentres y a los xicos les llega lo ke les dices, a ellos nos le importa que sea la hora del recreo o cualquier otra cosa se quedan ay en su sitio todos interesados, se nota mucho cuando un profesor imparte sus clases con GANAS y siendo lo que le GUSTA que cuando an studiado eso por tener algo en la vida...o porke creen ke es lo ke mas le gusta pero realmente no encajan aii se nota mucho, y espero ke todos ustedes salgan con esa cosiya como el-la profesor- ra
ke as dicho en tu entrada, me encanta
besos .
Carmen